2012. december 7., péntek

Opinión personal...

Es bastante importante saber el pasado, colaborar en el presente para poder mejorar el futuro de la universidad. Durante este semestre aprendimos varias cosas , vimos conferencias interesantes, nos dieron lugar para la autorefelxión, participación e discusión.

Museo Casa José Francisco de Caldas


En este lugar habitó hacia 1806, el connotado hombre de ciencia y prócer de la independencia Francisco José de Caldas, colaborador del médico y clérigo español José Celestino Mutis en la Expedición Botánica.
El museo exhibe objetos, escritos y libros que pertenecieron al sabio Caldas, así como piezas de interés científico-histórico entre las que se destacan las reproducciones de los tomos de la Expedición, los planos y levantamientos cartográficos de diferentes sitios geográficos de Colombia y muestra de instrumentos de ingeniería conformada por catalejos, hipsómetros, detectametales y teodolitos entre los más importantes.

Historia

Construción que data del año 1775 aproximadamente; la casa fue declarada monumento nacional en el año de 1944; por su ubicación cercana al Batallón Guardia Presidencial el Ministerio de Defensa la adquiere en el año de 1980 donde se realizan estudios de suelos y de la estructura de la misma.

Para ese año se inicia los trabajos de restauración financiados por el Banco de la República, reconstruida por la Fundación para la Conservación y Restauración del Patrimonio Cultural Colombiano; larga jornada que finalizaría en 1984, bajo la presidencia del Dr. Belisario Betancur.

El museo abre sus puertas en el año de 1985; ya para 1986 los Ingenieros Militares se encargan de su cuidado y mantenimiento hasta la fecha.

El Museo

La casa misma es una joya de la arquitectura, donde habito por algunos años el sabio Caldas, suponemos que la cercanía al Observatorio Astronómico le alentó a un mas habitar esta vivienda de dos pisos y un sencillo patio.

Se exalta la labor de Caldas como:

Geógrafo: Levanto el primer croquis del río Magdalena, dejo levantada la carta meridional del Nuevo Reino de Granada, midió la elevada cumbre del Nevado del Tolima.

Botánico: Estudio las Quinas del Ecuador, recolecto un herbario de más de 5.500 especies de flora para la Expedición.

Astrónomo: Primer director del Observatorio Astronómico de Santafé y calculo su latitud; determino la latitud de Popayán.

Físico: Descubrió las mareas atmosféricas y meteorología Ecuatorial; descubrió el método para hallar alturas sobre el nivel del mar usando la temperatura de ebullición del agua, dando inicio a la Hipsometría.

Escritor y Periodista: Publicó el “Semanario del Nuevo Reino de Granada” en 1808.

Militar: Planeo las fortificaciones de Bufú, Cana y Arquía en Antioquia. Proyecto el camino al Choco y en 1814 inauguró la “Escuela Militar de Cuerpos Facultativos”, hoy arma de los Ingenieros Militares del Ejército Nacional.

En las diferentes salas se aprecian cartas, documentos científicos, libros, muebles y demás objetos que le pertenecieron a Caldas en sus días de investigación y estancia en esta casa.

Consta de varias salas donde las clasificamos así:

Primer piso:

Habitación de estudio: Objetos como cartas, la llave de la casa, morteros, libros, escritos, una consola estilo imperio con la respectiva silla en arte de cuero repujado, una mesa ovalada y una alacena de cocina.

Sala de las Ciencias: Se aprecia parte de la colección reproducida de la Expedición Botánica, herbarios, cartas e informes de José Celestino Mutis, Sinforoso Mutis, Francisco Antonio Zea, Francisco Javier Matíz, y del ilustrísimo Barón Von Humbult. También mapas cartográficos, estudios astronómicos, y de física.

Segundo Piso:

Sala de Conferencias
Sala de Ingeniería: Diferentes elementos para la medición y calculo en la ingeniería (telémetro, teodolito, etc.), la exaltación de la labor de los Ingenieros Militares y las medallas Militares “Francisco José de Caldas”.

Sala Caldas: Un busto de Caldas realizado por Francisco José de Lasprilla en el año de 1882; armas utilizadas por las tropas británicas y una cronología en láminas alusivas a la vida del sabio Caldas.

Estado inicial de la casa:

Vista interna:
Sala de estudio:
Sala de espera:




Semana Universitaria



Un espacio alegre para compartir, conocer y aprender. 








Historia de la Universidad


Historia de la Universidad Distrital: Aproximaciones iniciales.

Por: Carlos Arturo Reina Rodríguez
Candidato a Doctor en Historia. U. Nacional
Profesor de planta de la Facultad de Ingeniería U. Distrital


Pensar en el contexto de creación de la Universidad Distrital, también es referirse
a la historia de la Universidad en Colombia y desde luego a una coyuntura
particular a fines de los años 40 del siglo XX.
Este siglo, consolidó a la Universidad Nacional, como proyecto de educación
superior pública en Colombia, mientras al mismo tiempo, Bogotá se convirtió en el
centro educativo por excelencia. Al finalizar los 40, y comenzar los años 50,
fueron fundadas buena parte de las universidades regionales actualmente
vigentes, mientras apareció una enorme preocupación por el desarrollo de los
campos técnico y tecnológico que se materializaron con la creación de carreras
de esta índole.
En esta década, el país continuó con los procesos de industrialización iniciados
por el gobierno de Alfonso López Pumarejo en 1934 y que facilitaron en las
décadas siguientes avanzar en el desarrollo y modernización de buena parte de
la infraestructura del país. Era muy importante por entonces, generar condiciones
que facilitaran un proceso como este. Crear escuelas técnicas se convirtió en una
alternativa frente a las carreras profesionales que se ofrecían en las
universidades existentes, instituciones influenciadas por la acción y presencia de
la Iglesia católica y de los partidos políticos. La formación de mano de obra
calificada, resultó ser prioridad en este contexto.
A partir de 1948, y después del asesinato de Jorge Eliécer Gaitán, la historia de
Colombia generó una nueva dinámica que puso en directa contravía los
esquemas mentales de lo rural y lo urbano que se venían dando desde dos
décadas antes. La reconstrucción de las ciudades y pueblos afectados así como
la de Bogotá, sirvieron como punto de partida para nuevos procesos de desarrollo
urbano, así como para la formulación de estrategias de planeación que
involucraron el espacio público, vías, transporte y comunicaciones, así como
también Salud, vivienda y Educación
Años antes, se observaba en el ambiente nacional el afán y la urgencia de
industrializar al país, en donde las misiones extranjeras fueron importantes en
este proceso, algunos de cuyos miembros posteriormente ingresarían como
profesores a las nacientes universidades.
Años antes, desde la creación de la Escuela de Artes y Oficios de Bogotá, hasta
el desarrollo del Instituto Técnico Central, se planteó la necesidad de realizar
cambios en las formas como se educaba a los sectores populares, en perspectiva
de generar posibilidades de mejorar sus condiciones socio económicas. No
obstante, la pugna entre los partidos impidió realizar ajustes apropiados. Esto fue
denunciado en abril de 1940, cuando el entonces Ministro de Educación, Jorge
Eliécer Gaitán, quien realiza un balance del sistema educativo, y señala algunos
de sus principales problemas, entre ellos, la dificultad para los sectores menos
favorecidos de ingresar a la Universidad. Este expresa la necesidad de brindar mejores garantías educativas y sobre todo, haciendo énfasis en la necesidad
imperiosa de mejorar la educación, sobre todo secundaria por medio de la
creación de departamentos técnicos, que permitieran que aquellos que no
pudieran entrar a la Universidad, poseyeran herramientas para ingresar al campo
laboral. También se debatió en esta década, acerca de la importancia de la
educación de la mujer y de como debían ser creadas algunas carreras donde
ellas pudieran contribuir al desarrollo intelectual del país. Gaitán se retira de este
cargo, no sin antes haber creado un Concejo Técnico de la Enseñanza primaria,
el Concejo Nacional de Segunda Enseñanza, al tiempo que impulsó la
Enseñanza Agraria, la construcción y creación de más de 50 instituciones
escolares, el fortalecimiento de la enseñanza comercial, el ordenamiento de la
carrera administrativa y la creación de un instituto para el desarrollo científico
denominado Ateneo Nacional de Altos Estudios.
El diario El Tiempo, destacó “el gobierno procuró intensificar los múltiples
aspectos de enseñanza orientada hacia la especialización en nuevos oficios y la
vinculación estrecha con la industria nacional y con las escuelas
complementarias."Luego Gaitán agregó que “Existe una urgencia de promover
entre nosotros una campaña tendiente a lograr la organización científica de la
enseñanza industrial técnica"[1].
Desde 1941 a 1945, quedó a cargo de Guillermo Nanneti quien fue continuador
de las políticas educativas gaitanistas. Uno de los problemas que se cuestionaron
de manera frecuente, fue el acceso de los bachilleres a la ecuación superior. En
este momento fue nombrado como rector de la Universidad Nacional Gerardo
Molina, tiempo en el que se realizaron varias discusiones acerca de la autonomía
universitaria y donde los estudiantes exigieron mayor participación mientras que
realizaban algunas huelgas.
Aparece el Instituto Caro y Cuervo en 1944, resaltado como una entidad de altos
estudios lingüísticos y Filológicos que pretendió llevar a Colombia a estar en los
primeros lugares a nivel mundial, en cuanto a estas áreas se refiere. Se llevó a
cabo un plan de reformas para la educación pública donde la dirección de
educación fue dividida en cinco departamentos: departamento técnico,
administrativo, de negocios generales, de medicina escolar y de construcciones
escolares. El departamento Técnico será fundamental pues la razón del Colegió
Municipal será precisamente el departamento técnico concebido por Antonio
García como Politécnico en el anteproyecto de 1947 y materializado después de
la muerte de Gaitán en el acta de fundación de la Universidad Distrital.
Posteriormente y en medio de caldeados debates, se planteó una reforma
educativa en el año de 1947, mismo año en el que falleció Gabriel Turbay y se
anunció la candidatura única de Gaitán en un prematuro ambiente pre electoral.
En el mes de Octubre de 1947, fueron realizadas las elecciones para el concejo
de la ciudad, las cuales son ganadas ampliamente por el partido liberal, quienes
elijen a 11 concejales sobre 4 del partido conservador. Entre los concejales
elegidos se encuentra el proponente del proyecto de creación del Colegio
Municipal, que a la postre se convirtió en la Universidad Distrital, el economista
Antonio García Nossa, amigo de Jorge Eliécer Gaitán con quien también
diseñaron el llamado Plan Gaitán.
Este mismo año de 1947, el Ingeniero Italo Amore, especialista en radioelectricidad,
trató el problema para la reglamentación de esta industria en
Colombia, asegurando que "ya no es suficiente en una radio reglamentación
moderna, considerar únicamente los campos de la telegrafía, telefonía y
radiodifusión, que según la antigua escuela europea, solamente podían ser
encomendados a rígidos monopolios estatales."[1]Hay una necesidad abierta y
esta será precisamente la que llenará la carrera de radio Técnica del Colegio
Municipal, hoy, la carrera de Ingeniería Electrónica de la Universidad.
Hasta 1948, se realizó el debate acerca del ente al que debía encargarse de
administrar la educación en Bogotá. Se discutió si era conveniente que lo tomara
el Departamento, el Municipio o la Nación. En el caso de la Educación Superior,
se propuso una reforma en 1947, donde se creó el Supremo Consejo de la
Universidad Colombiana, teniendo como asiento la Universidad Nacional. Allí se
estipuló que no podían existir diferencias de pensum ni de programas, ni de
intensidad en los estudios, ni en la escala de calificaciones en cada una de las
Universidades oficiales. Además se indicó que cada una de las universidades del
país debía organizar escuelas industriales con capacidad mínima de 1000
estudiantes en la Nacional y 500 en las seccionales, quedando autorizadas para
contratar en el exterior los técnicos indispensables para el eficaz desarrollo de su
labor docente.
El Colegio Municipal y La Universidad.
El proyecto de creación del Colegio Municipal, es presentado por Antonio García
el 6 de diciembre de 1947, siendo ratificado en el mes de febrero de 1948 y solo
hasta marzo se planteó el inicio de clases, que fue postergado en varias
ocasiones debido a problemas de infraestructura:
“EL PRIMERO DE MARZO INICIARA TAREAS EL COLEGIO MUNICIPAL DE BOGOTA: El
Colegio Municipal tendrá una educación gratuita para varones. Este Colegio se organizará como
externado. La selección de los estudiantes se realizará entre las personas que poseen escasos
recursos”.[1]
No obstante la fecha se posterga unos días. Nuevamente la prensa destaca la
noticia de la siguiente manera:
“EL POLITECNICO MUNICIPAL ABRIRA EL QUINCE DE ESTE MES. EL COLEGIO SERA UNO
DE LOS MEJORES DEL PAIS. Educación técnica gratuita se dará a la juventud. Funcionará en un
amplio y cómodo edificio del barrio San Fernando. Se inaugura con cerca de 300 alumnos. Anzola
Gómez, rector del Colegio habla sobre los fines del establecimiento”[1].
Aparece por primera vez, el nombre del rector del Colegio, Gabriel Anzola Gómez
y que posteriormente será sucedido por el presbítero Daniel Caicedo, que es
quien aparece en la mayoría de documentos.
Con el acaecimiento de los hechos del 9 de Abril y la muerte de Gaitán, el
Concejo de Bogotá determino renombrar algunas calles, plazas, barrios y
avenidas, con el nombre del caudillo asesinado. Posteriormente el proyecto del
Colegio Municipal, tuvo un claro matiz tanto desde sus objetivos como desde su
perspectiva como parte de un proyecto de la bancada liberal en el concejo. De allí
el nombre de Jorge Eliécer Gaitán en sus primeros dos años:
“EL COLEGIO MUNICIPAL: Una de las iniciativas que mejor acogida puede merecer de la
ciudadanía bogotana es la referente a la fundación del Colegio Municipal, instituto dedicado al
servicio de la niñez proletaria y cuyo prospecto abarca proporciones que responden a las más
exigentes necesidades de la moderna organización pedagógica. Con capacidad para cerca de dos
mil estudiantes...”[1]
Más adelante, se renombra el colegio y asume como Colegio Municipal Jorge
Eliécer Gaitán:
“ESPLENDIDA REALIDAD ES EL COLEGIO MUNICIPAL "JORGE ELIECER GAITAN": Este
colegio busca la democratización de la enseñanza y el poder dar a las clases populares una
enseñanza que esté acorde con sus necesidades. Según el Alcalde Mazuera, el propósito del
Colegio es ambicioso y corresponde a la imperiosa necesidad de ofrecerle a la juventud
colombiana una preparación moral e intelectual sólida que capacite para luchar ventajosamente
por la vida en esta época compleja y difícil como ninguna. Su rector es Gabriel Anzora Gómez."[1]
En 1949, Antonio García empezó a formular la idea de diversificar la educación
del Colegio y amplió la propuesta hasta configurar un modelo que posteriormente
sirvió de base par ala estructura de la Universidad en 1950. Anota el concejal
Carlos Lleras ante el Concejo de Bogotá:
“El proyecto crea la Ciudad Politécnica del Municipio de Bogotá en desarrollo de los Acuerdos 10 y
51 de 1948 y 7 y 33 de 1949, y he hecho al título una modificación para ajustarlo a un carácter
más técnico de esta entidad, consistente en denominarlo Instituto Politécnico en vez de Ciudad
Politécnica, por que este término no me parece el más aparente, ya que es usado para diversas
clasificaciones como organizaciones urbanísticas, etc, y en cambio el instituto corresponde mejor a
un criterio técnico educacional. Este instituto se compondría según el proyecto de las siguientes
escuelas: Colegio Municipal Jorge Eliécer Gaitán, que funciona como sección de bachillerato hasta
4to año, y que incluirá una sección preparatoria para niños que lleguen a 4to año de escuelas
primarias; la escuela de profesiones técnicas o auxiliares, que constituye el actual Departamento Politécnico del mismo y que creo ya funciona; la escuela técnico-industrial para la formación de
operarios expertos y técnicos en las diferentes ramas de la industria, y de una escuela de
capacitación técnica en las distintas ramas de artesanos”[1].
Antonio García no estuvo de acuerdo con la denominación de instituto, porque
según él “hay una suma orgánica de institutos y nos encontramos con una suma de
construcciones que responde a unas cuantas fundamentales, cuales son el colegio, que no es una
institución aislada de bachillerato sino que es un bachillerato eminentemente técnico, o sea que se
orienta a dar la formación general y fundamental para seguir las carreras cortas auxiliares que o
pueden hacerse dentro de la Universidad. En seguida se tiene la sección politécnica, o sen las
profesiones técnicas auxiliares superiores, tales como la de topógrafo, ayudante de laboratorio,
dibujante industrial, estadígrafo, administrador, etc”[1].
Como se aprecia, prácticamente se empieza a diseñar una nueva institución,
máxime cuando en la misma sesión se aprueba que el concejo directivo estará
constituido por el representante de la Universidad Nacional, el rector del Colegio
Municipal, el representante del Alcalde y uno del Concejo de Bogotá, lo que
perfila a su vez, el origen del concejo Superior de la Universidad.
Es de este proyecto, de donde finalmente se dará vida en el año de 1950, a la
Universidad Municipal de Bogotá, el 6 de agosto, inaugurada por el Presidente
Ospina Pérez precisamente en el último día de su mandato.
Informa el periódico El Siglo:
La Universidad Municipal de la Capital se Fundará Oficialmente Esta Tarde: tendrá
especializaciones sobre carreras menores, con cinco facultades. El Acta se firma esta tarde. El
decreto correspondiente será expedido hoy .La Universidad Municipal de Bogotá será inaugurada
oficialmente hoya las dos de la tarde en una ceremonia simbólica que se efectuará en el despacho
del Alcalde Santiago Trujillo Gómez, con la asistencia de miembros de la junta directiva del
Colegio Municipal y de otras personalidades invitadas especialmente. El acta de fundación será
firmada por el presidente Ospina Pérez, el gobernador Jorge Leiva, el alcalde Trujillo Gómez, el
Ministro de educación Mosquera Garcés, el vicario capitular de Bogotá, monseñor Emilio de
Brigard, el cocal del Concejo municipal Carlos Alberto guzmán, el vocal de la Universidad
Nacional, Álvaro Marín, el rector del Colegio, presbítero Daniel Caicedo, el inspector de educación
municipal de Bogotá, Luís Eduardo Sánchez y el Secretario del Consejo directivo del Colegio
Municipal, Salvador Linares. La Universidad Municipal constará de cinco facultades de
especializaciones menores y que en su orden serán: Ingeniería radio técnica 3 años, ayudante de
topografía, 2 años, perito forestal, 2 años, ayudante de geólogo 3 años ,y perito en sondeos y
perforaciones de pozos, 2 años. La Universidad Municipal de Bogotá será la primera entidad
educativa de su género que funciona en el país. Hasta el momento se habían hecho algunos
intentos que prácticamente no culminaron en nada satisfactorio. Por su parte, La facultad de radiotécnica
con estudios sistematizados será el primer plantel universitario que funcione en América
del sur[1].
El nombre de Jorge Eliécer Gaitán desaparece para la Universidad yen 1952 esta
incorpora el nombre del personaje histórico payanes “Francisco José de caldas”.
Por su parte, el Colegio Municipal, perdió temporalmente también este nombre
hasta que pasados más de 15 años, cuando maestros y estudiantes del plantel
buscaron su reconocimiento para lleva nuevamente el nombre con el cual se
mantiene hasta la actualidad como IED Jorge Eliécer Gaitán.
Dos años después, el gobierno municipal en el decreto número 88 de febrero 26
de 1952 ratificó la creación de la Universidad, reconociéndole todas las
prerrogativas que como Universidad le corresponde. Posteriormente por
resolución Número 403 de 1952 el ministerio de Educación Nacional concedió el
permiso autorizando provisionalmente el funcionamiento de la Universidad
Municipal como instituto de enseñanza profesional, en las ramas de Ingeniería
Radio técnica, ingeniería forestal y topografía y otorgando el título de Licenciado
en el área respectiva. Finalizando ese año, se expidió el decreto 653 de
Noviembre 13 de 1952, el cual amplió el alcance del acuerdo número 51 de 1948,
en el sentido de crear carreras de larga duración que la habilitaron para otorgar
títulos estrictamente académicos. Finalmente por medio de la resolución número
3410 de diciembre 9 de 1952 el Ministerio de Educación Nacional, aprobó los
estatutos de la Universidad en razón a encontrarse los pensum y programas de
las facultades de topografía, ingeniería forestal, e ingeniería electrónica, conforme
a lo dispuesto en el artículo 12 de la ley 56 de 1927 y el decreto numero 260 de
1936. En la resolución numero 5128 se encuentra la aprobación definitiva que a
los planes de Studio concedió el MEN. Este mismo años, la Universidad asume el
Nombre de Universidad Municipal de Bogotá “Francisco José de Caldas”.
Como se aprecia, los años siguientes, removieron los objetivos iniciales y en
cuestión de cuatro años del colegio Municipal se desprendió una Universidad que
partió de un departamento técnico, que vinculara estudiantes de cuarto año de
bachillerato al mismo, a una entidad educativo del orden superior. Tanto el
Colegio como la Universidad siguieron caminos distintos, pero unidos por
objetivos similares y bajo una visión fundacional, emanada del proyecto gaitanista
de los años 40, cumpliendo en conjunto 60 años de memoria y vida.
Fuentes Documentales:
• Anales del Concejo de Bogotá
• El Tiempo
• El Siglo
• Este documento fue publicado por el profesor Carlos Reina, en el Libro Universidad
Distrital: 60 años de memoria y Vida. Panamericana editores Bogotá 2008

Sobre la cátedra...

La Cátedra Francisco José de Caldas es un espacio académico sui géneris destinado a situar a todos los estudiantes en el contexto de la Universidad Distrital Francisco José de Caldas y en el sentido de la misma, como institución pública estatal de educación superior y como comunidad. En esto se distingue, dentro de la Universidad, de otras cátedras dispuestas para que los estudiantes desarrollen su conciencia ciudadana y democrática1 o para que experimenten, reflexionen y comprendan la solidaridad y la cooperación universitarias en el plano local, regional y mundial2, y de otros espacios académicos mediante los cuales se incorporan a sus respectivas facultades, carreras tecnológicas o profesionales y postgrados.

A través de la Cátedra Francisco José de Caldas los nuevos estudiantes construyen una imagen y un conocimiento de la Universidad a la que ingresan, dimensionando y motivando su sentido de pertenencia. Hacen objeto de reflexión académica y de experiencia su propia vinculación a la Universidad Distrital y desde esta perspectiva, toman en consideración el sentido público de la institución y de sus relaciones con la Ciudad, su riqueza humana y social, cultural y académica, territorial y ambiental, económica y política, así como con la necesidad de comprender sus realidades y contribuir a la solución de sus grandes problemas a partir de los diversos campos de formación.
La Cátedra es, pues, un espacio para aclarar que las relaciones de la Universidad con el conocimiento y con las comunidades académicas no se restringen a lo local (ciudad y nación), sino que son también universales, interculturales y globales. No obstante, se reconoce la necesidad de su pertinencia (social, cultural, científica, tecnológica, etc.) en relación con el país y en particular con el Distrito Capital, la Ciudad que la acoge geográfica, económica y administrativamente, donde habita la mayoría de sus estudiantes, profesores y administradores, independientemente de sus procedencias.
Desde la Cátedra Francisco José de Caldas, en conjunto con sus estudiantes, se piensa en los beneficios de su persistencia y culminación en cada etapa de su formación universitaria. Se reconoce la diversidad de los jóvenes universitarios, habitantes de los mundos contemporáneos, abocados al conocimiento y comprensión de su entorno social y cultural, así como a la reflexión sobre sus responsabilidades3. Y es también, un lugar propicio para considerar la naturaleza y el espíritu de la Universidad, su historia y su constitución4.
De acuerdo con los propósitos pedagógicos y formativos de la Cátedra Francisco José de Caldas se proponen inicialmente tres ejes conceptuales/orientadores, en torno a los cuales pueden abordarse incontables temáticas: 1) Aclarar la naturaleza y sentido de la universidad Distrital y sus relaciones esenciales con la vida y con los mundos local y global5, intercultural y universal6; 2) Dimensionar el compromiso de la Universidad con el conocimiento y comprensión de las realidades de nuestro entorno humano, social y natural (Ciudad-región y Nación) y el carácter de su participación en la solución de sus problemáticas; y 3) Reconocer el papel de la Universidad en la creación de propuestas para el mejoramiento de la vida personal, social y cultural.
La Cátedra Francisco José de Caldas en el año 2010 iniciará su proceso de institucionalización en dos fases a saber: la primera denominada de “reconocimiento y sensibilización 2010-01”, en donde las Facultades, grupos de trabajo académico, docentes, estudiantes y Comunidad académica en general, conocerán la propuesta, sensibilizándose frente al espacio y desarrollando las orientaciones y temáticas propuestas por el Consejo Académico Universitario. La segunda, llamada de ajuste 2010-03 para que a través de la integración entre campos de conocimiento, disciplinas, profesiones y grupos de investigación fortalezcan la propuesta y logren construir caminos de innovación y creación para la misma.

2012. december 5., szerda

Biografia de Francisco Josè de Caldas


Francisco José de Caldas
(Francisco José de Caldas y Tenorio; Popayán, 1768 - Santafé de Bogotá, 1816) Geógrafo y naturalista colombiano. Sin apenas disponer de medios adecuados de trabajo, en las "tinieblas" que rodeaban a América, según su propia expresión, realizó investigaciones y descubrimientos que sorprendieron a hombres tan ilustres como Mutis y Humboldt, de los que fue amigo y compañero.


Miembro de la segunda generación de ilustrados hispanoamericanos, Francisco José de Caldas, llamado "el Sabio", mostró desde niño gran interés por las matemáticas, las ciencias físicas y la astronomía. Tras cursar estudios en su tierra natal, se trasladó a Santafé y se graduó como jurista sólo para dar gusto a su familia, pues pronto regresó a Popayán y decidió dedicarse a lo que más le interesaba: la astronomía, las matemáticas y las ciencias físicas.
En 1795 debió dedicarse al comercio de ropas en Quito, La Plata y Timaná, oportunidad que aprovechó para determinar la posición geográfica de los lugares que visitaba y para realizar observaciones de la naturaleza, usos y costumbres de los distintos pueblos. Su equipo de trabajo básico se componía de un barómetro, una brújula y un termómetro. Cuando no conseguía los instrumentos que necesitaba los construía él mismo: fabricó un gnomón, un cuadrante solar y otros instrumentos de medición.
Después de diversos experimentos observó que "la temperatura del agua destilada, en ebullición, es proporcional a la presión atmosférica", nueva ley física que le permitió medir las alturas mediante nuevos procedimientos y que sería utilizada después por Humboldt, quien sorprendentemente se olvidó en este caso del inventor. El denominado hipsómetro,instrumento por él inventado, sirve para medir la altitud de un lugar, observando la temperatura que alcanza en ese sitio el agua cuando empieza a hervir.
En 1801 publicó "La verdadera altura del Cerro de Guadalupe" en el Correo Curioso y Mercantil. Interesado en la botánica, Caldas se había relacionado con el sabio José Celestino Mutis y, a través de éste, con el alemán Alexander von Humboldt, quien preparaba un viaje a Quito. El alemán quedó sorprendido de la precisión de los instrumentos del caucano, pero rechazó su propuesta de acompañarlo en el viaje que proyectaba por América.
Tras permanecer tres años y medio de estudio e investigación en Ecuador, en 1804 Caldas publicóViaje de Quito a las costas del océano Pacífico por Malbucho y Viaje al corazón de Barnuevo. Al año siguiente se vinculó como astrónomo a la Real Expedición Botánica y fue nombrado director del Observatorio Astronómico de Santafé. El año 1808 fue el más importante de su vida: comenzó la publicación del Semanario del Nuevo Reino de Granada, que posteriormente completaría con las Memorias, donde apareció el grueso de su obra científica. En 1810 se casó con María Manuela Barona.

Con el advenimiento de la Independencia, Caldas se dedicó al estudio de la ciencia militar, ya que el presidente Nariño lo nombró capitán del Cuerpo de Ingenieros Cosmógrafos y después se le encargó la publicación del Almanaque de las Provincias Unidas del Nuevo Reino de Granada y otras misiones, pero la guerra contra los españoles lo contó entre sus víctimas. Cuando la capital cayó en manos de los realistas, huyó al sur y se refugió en la hacienda familiar de Paispamba, donde fue apresado y remitido, junto con otros patriotas, a Santafé. El primer científico colombiano fue condenado a ser fusilado por la espalda, ejecución que se aplicó el 29 de octubre de 1816. El presidente del tribunal que lo juzgó dijo por su cuenta aquello de que "España no necesita de sabios"; pero España se sintió más tarde avergonzada de la incultura y crueldad de su representante y dedicó al ilustre Caldas una placa de mármol en la Biblioteca Nacional de Madrid.
Su labor científica y literaria se encuentra esencialmente recogida en el Semanario del Nuevo Reino de Granada, que se publicó semanalmente de 1808 a 1809 y continuó en cuadernos mensuales hasta 1810, en que fue suspendido. En él vieron la luz dos trabajos fundamentales del ilustre hombre de ciencia: Estado de la geografía del Virreinato de Santa Fe de Bogotá con relación a la economía y al comercio y Del influjo del clima sobre los seres organizados. En sus famosas Cartas se advierte la influencia de Rousseau, de Feijoo y de Jovellanos, y en toda su obra, una tendencia europeizante, un esfuerzo titánico por incorporar a América la tradición cultural europea. En su labor al frente del Diario Político, órgano de la lucha por la independencia, en su artículo necrológico sobre Mutis, en sus informes y hasta en sus estudios botánicos, hay una indudable calidad literaria, producto del instinto artístico de este extraordinario hombre de ciencia neogranadino.